lunes, 18 de julio de 2011

No siempre es fácil entender

...“Es simple”.- Decía el mientras ella simplemente no entendía palabra alguna. “En verdad no se que haces para no saber”.-Clamó resignado rascándose la cabeza y apenas mirándola a los ojos. En ese momento un ave atravesó volando la ventana abierta de par en par, se posa en la mano de ella y se desvanece convirtiéndose en un puñado de arena tan suave y blanca como la nieve.“¿Ahora lo entiendes?”.-Dijo mirándola con mayor seguridad a los ojos, pero sin dejar de vacilar. Ella atónita por lo que vio cubrió sus ojos y comenzó a llorar un pequeño río de pétalos rosa que lentamente amenazaba con llenar la habitación. 

El le sonríe y ella sin entender el por que. Nuevamente la mira a los ojos y ambas almas se conjugaron y volvieron en si en menos de un segundo, ínfimo momento que bastó para que el río se tiñera de transparentes aguas y la arena volviera a vivir, mas ahora en un corazón pequeño y delicado que palpitaba sin sangre y sin cuerpo en medio del escritorio.

Juntos tragaron nerviosos, la escena cambiaba, la luz mutaba a noche y las velas que ahora los empapaba de un suave vaivén de cálidos colores relucían en medio del paisaje oscuro de la campiña, el se arrodilla y sin mas acto que mirarla a los ojos sin soltarla un segundo extiende la mano cubierta de rozas y otras preciosas flores, una carta tallada a mano con tinta y papel y unos dedos que temblaban nerviosamente al contacto de las hojas. 
Se levanta mirándola, sin despegar los ojos y se acerca delicadamente...

A los cinco minutos ella no despierta y el desespera, la ambulancia tardando mas de lo común dejándola morir ahí, sofocada por el tormento de todavía no entender.

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