domingo, 21 de agosto de 2011

En sus brazos


Aguarda solo un momento,
permíteme que en el alba,
o mejor en todo el firmamento,
en el instante mismo besar tu alma.

Cobíjame y abrázame con calma
ven, cobíjame ángel de la guarda
con eternas caricias y sin armas
mas que nuestro amor y una alabarda.

Ante todo sujétame bella y sabia,
que por mi alma vienen serafines
oscuros, destructores, grandes tentadores.
Mi amor por ti miran con rabia

Abrázame aunque sea solo con tus ojos
coloridos en vida y alma, que sentir quiero,
y solo espero que no sean pocos,
tu cálido pecho apretado contra mi fuero.

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