miércoles, 23 de noviembre de 2011

Soneto N°2

Si en el fuego cayese el infierno mismo,
si en los cielos del señor existiese el mar,
si en mis manos estuviese tu destino...
por tu bella mirada no habría de clamar.

Si de las rosas lloviese yo a tu lado,
el cielo infinito a ti te podría cantar.
Si en el cristal el futuro está borrado,
nuevo futuro en poemas por declamar.

Cuando no está el cielo y todo es nublado
en tu fuego quisiese poder descansar,
mirarte por siempre a ti a mi lado

y jurar que por siempre te voy a velar,
pongo yo mi alma en tu sepulcro cerrado
que en la vida y en la muerte te voy a amar.

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