Aguarda solo un momento,
permíteme que en el alba,
o mejor en todo el firmamento,
en el instante mismo besar tu alma.
Cobíjame y abrázame con calma
ven, cobíjame ángel de la guarda
con eternas caricias y sin armas
mas que nuestro amor y una alabarda.
Ante todo sujétame bella y sabia,
que por mi alma vienen serafines
oscuros, destructores, grandes
tentadores.
Mi amor por ti miran con rabia
Abrázame aunque sea solo con tus ojos
coloridos en vida y alma, que sentir
quiero,
y solo espero que no sean pocos,
tu cálido pecho apretado contra mi
fuero.
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